Vengo que mi obra de ayer. Hice un jabón con carité y manzanilla en infusión (que ahora que caigo tenía que haber dejado, al menos una poca, para la traza). Bueno, hice la lejía con agua y la infusión, poniendo primero el agua y, cuando ya se enfríe un poco añadí la infusión. La lejía se puso de un naranja muy bonito, pero este color no se mantuvo, lógicamente, en el jabón. En fin, lo hice con el proceso en frío, luego lo abrigué bien abrigaíto y al horno con la bombilla y un poquito de calor (unos 25º) aunque fuera hacía más. Lo saqué antes de acostarme y estaba blandito pero, nada más levantarme lo primero que hice fue ir a verlo y ya había endurecido. Lo corté y esta tarde lo he probado. Es suave, espumoso y no deja la piel tirante, y un pH que vosotros veréis por sí mismas.
Y sin más preámbulos, os lo presento

At, estoy muy contenta, pero si tienes que corregir corrige, bueno acepto sugerencias de todos. Gracias.