:es igual que el baño maría pero en frio. llenas un cacharro con agua e hielo y dentro de el metes el jarro donde haces tu jabon. primero a disolver la sosa lentamente en la leche, infusión o lo que sea, mejor si está congelada en cubitos, con paciencia, pq tarda mucho. luego pones los aceites y a darle a la batidora.
esta última parte, la del aceite, la puedes hacer fuera, depende de lo que quieras conseguir. El objetivo es, por un lado, que la sosa no queme el líquido que estés utilizando, y por otro, si sigues el proceso todo el tiempo es que el baño frio absorba el calor que se desprende del proceso de saponificación.
espero que te sirva.
Os cuento: antes de conocer este foro hice 3 jabones: castilla reciclado, almendras y aloe que es del que os voy a hablar. Primero utilicé un método inventado por mí de extracción del aloe: Cortarlo ponerlo boca abajo para que suelte el líquido amarillo. Cortarlo a la mitad y vaciarlo. Hasta aquí bien. Luego en un blog leí lo de que había que congelarlo para que no perdiera propiedades. Ahí fui a congelarlo así sin batir ni nada. Aún no estando bien congelado le eché la sosa lo deje ahí un rato a descongelar y luego removí para que se acabase de deshacer bien. Me quedo un color como rojizo amarronado. Hice el resto de los pasos del jabón. En la formula sí que use la calculadora porque en el blog estaba enlazada, pero inventándola. Calenté primero la cera y quedó mal disuelta, luego aprendí que era al revés, pero en mi cabeza al ser lo más duro tenía que ir primero, igualmente se la eche al jabón. Bueno el resultado fue que claro, no le confirió dureza al jabón y se quedó blando. Entonces se me ocurrió meterlo un par de horas al horno. El horno estaba de hacer la comida pero ya apagado. En este punto me pregunto si alguien seguirá leyendo xDD no se me ocurrió intentar removerlo ni nada. Resultado: El jabón quedó aún así blando como si por dentro fuese un gel, medio transparente y verdoso por abajo (luego mejoró un poco). Por arriba esponjoso y como con burbujas deshechas y más claro. Además le quedaron puntos blancos que buscando he leído muchos casos que comentaban que era sosa sin deshacer. Bueno ya lo di por perdido el jabón, aún así no lo tiré ya que tocando los puntos blancos no me picaba y pensé si podría ser la cera? El caso que ahora pasando un mes iba a mirarle el pH y como la ley de Murphy, resulta que perdí las tiras, o no las encuentro y claro no quería hacer un pedido sólo para tiras. Como no debo de tener mucho sentido, usé de todas formas en la ducha el jabón, deja la piel mas tersa que otros pero ni pica ni nada. Incluso lo probé en la cara (por comprobar) y nada no pica. 
. Y después de varios jabones que creo que me salieron bien. Decidí gastar el resto de aloe que tenía congelado. Volví a hacer exactamente lo mismo que de la otra vez como buena humana que repite sus errores. Cuando acabé de calentar los aceites la sosa estaba completamente sin diluir y el aloe semicongelado (eso que tardé bastante y eché un poco de agua -20grs- con el aloe). Me puse al sol a remover con una espátula hasta que se deshizo el aloe pero la sosa nada, ahí andaba aún alguna. Entonces ya desesperada porque no suelo tener hueco en mi casa para hacer el jabón entonces lo hago a las prisas y esto no es bueno. Me puse a batir con la batidora inclinando el cacharro. Así por fin sí que se disolvió la sosa, pero esta vez no se puso tan oscuro el aloe, quizá por no cojer calor, y como ya se estaban enfriando los aceites no dejé que se "transparentase" la lejía la eché ya ahí a lo loco toda junta. Luego a mayores en traza eche sal y aceites esenciales a punta pala porque el "jabón" o experimento llevaba neem. Se puso muy espeso enseguida. Estrené unos moldes que me habían regalado muy monos ;9 y en unas horas ya parecía aquello tieso. Aun así espere al día siguiente y bueno, estaban preciosos los jabones. Después de desmoldar y tener un día secando aparecieron, o es que antes no me fijé, unos grumos blancos. Enseguida pensé en la sosa y aquí una vez mas demostrando mi poca cabeza me puse a rascar y arrancar esos montículos blancos (que no puntos) con las uñas. Probé metiendolos en agua y no se deshacían. Entonces empecé a frotarlos con los dedos y ahí sí. Se deshacían quedando como acuosos pero no picaban casi, más bien me dejaron las manos suaves. Y bueno sin poder medirles el pH y sabiendo que solo se disuelven si aprietas. Me imagino que será aloe?? A pesar de que no muestro mucho aprecio por mis manos parece que tengo un poco mas por mi lengua y no me atreví a hacerles esa prueba. Y hasta aquí la historia. Qué hago, lo sigo usando, lo tiro, dejo de hacer jabones, dejo de escribir estas parrafadas ?¿?¿?¿ 
Pero mi familia ahora pide uno de leche. Tendré que estudiarmelo bien primero, sino se masca la tragedia xD Gracias por contestar.