A veces, los productos comerciales son presentados como panaceas y desconocemos los beneficios de las cosas más sencillas y probadas desde tiempo atrás...
Yo, soy pediatra, y comencé a interesarme por el mundo jabonil, porque (en Barcelona el agua es terrible, y las pieles de mis pacientes están muy secas)... Tenía una paciente con una dermatitis atópica (piel reactiva, super sensible, con rojeces, picores y eccemas) que no mejoraba con el arsenal farmaceutico de jabones sin jabón, de cremas super hidratantes, de baños de avena... En fin, que tenía la piel fatal... Una navidad se fue al pueblo de los abuelos paternos (sur de italia) y comenzó a usar el jabón de la abuela (100% oliva, desconozco si era virgen, virgen extra, filtrado...) y la nena llegó fenomenal... Al principio pensé que había sido el cambio de aguas y los aires del pueblo, pero luego de un tiempo seguía perfecta. Además, me regalaron un trozo de jabón (sí, un trozo, no era una pastilla, era un trozo irregular, pero mágico

)... mi piel, que también es super sensible y seca, se puso muy feliz

y yo, comencé a interesarme por este mundo jabonil...
Hay tanto por aprender...

"La vuelta sigue a la vuelta y toda síntesis es la tesis de una serie". (Wladimir Nabokov)