Lindo domingo a todas.
Pues casi un año después de la desventura con este jabón regreso a contarles que pasó nada más que por cerrar el tema.
En diciembre el jabón seguía blando, blando, como barra de mantequilla así que decidí esperar y dejarlo en un lugar donde pudiera secarse.
Pasaron días, luego semanas, y finalmente meses y me olvide de él, hasta que a inicios de septiembre de este año, buscando los adornos para las fiestas patrias me encontre mi jabón, un año depués de elaborado, pues la sorpresa fue que esta tan blando como el primer día
-Bueno, tirar es lo último y ya que no he podido jabonear pues veamos si rescato algo- pensé.
Deje los adornos, y comencé a trocear jabón, bueno mantequilla en este caso, la idea era refundir y experimentar a ver si agregándole más sosa endurecía, (después de un año la verdad ni lo creí posible pero pues había que comprobarlo) claro la duda era cuanta sosa, mientras decidía, porque no podía ingresar al foro, lo puse a fundir en baño maría, total se tardaría horas, pues bien fui a buscar la sosa, a sacar la balanza, etc. al regresar aquello era una pasta grumosa tipo engrudo ¿todas lo conocen? Esa mezcla de agua y harina de trigo que sirve como pegamento.
Solo que mi engrudo lucía grasoso, supongo que por falta de sosa, el asunto es que en ese momento decidí que se acababa el experimento, que sin la sabiduría de los jaboneros de este foro mejor ni seguir con los experimentos locos y vacíe el contenido en el bote de basura (orgánica por supuesto).
Así que esa fue la historia de mi Coco-oliva blando, quizás debí experimentar más con él, pero sinceramente teniendo otro en buen estado y con leche de avena integrada
, pues mejor no sufrí por el fallido y continue con la vida, con el jaboneo de momento no que apenas me deja el trabajo tiempo para dormir (unas 5 horas). Pero uno de estos días no duermo que la reserva de jabones se agota y ni de chiste me baño con uno comprado ¡no señor!
Bueno, y aunque esta historia no aporta nada útil a los temas jaboniles, quiénes más que ustedes para entender esta pequeña catarsis acerca de mi primer fiasco jabonil.
Por cierto no sé si alguien lo ha comentado pero el síndrome de abstención también aplica para los jabones, si una pasa mucho sin elaborar uno se pone nerviosa, siente que la piel pica (le esta pidiendo hacer jabones porque el que todavía queda como que ya no le va) en fin, que sólo se calma un poco al bañarse, porque lo hace con el jabón tan lindo que ha elaborado en casa, en fin que espero dejar de ser abstenia jabonera en breve, y seguirlas a todas en este lugar.
Y gracias por aguantar este no tan breve desahogo.
Si después de otros meses no se seca voy a probar con tu recomendación Ambar, que si bien no es gran cosa de aceite lo que se perdería si lo tiro, siempre es bueno experimentar.
