La mayoría ya sabéis que soy peor que el rabo de una lagartija, como me quede quieto, exploto

No hace mucho me interesé por la cocina a baja temperatura, que consiste en envasar al vacío la comida que queramos preparar para luego sumergirla en un contenedor lleno de agua a una temperatura controlada, se suele cocinar a temperaturas bastante bajas para lo que viene a ser cocinar, entre 50 y 70ºC la comida debe estar durante más tiempo para garantizar una correcta pasteurización, que se puede hacer calentando a muy alta temperatura durante muy poco tiempo o bien a baja temperatura durante mucho tiempo.
El caso es que vistos los precios de los aparatos para cocinar de ésta manera me lié la manta a la cabeza y decidí construirme uno por menos dinero usando componentes electrónicos y una olla arrocera pequeña, aquí os presento al engendro:

En ésta foto estoy preparando dulce de leche (Leche, azúcar, vainilla y una pizquita de bicarbonato para acelerar la caramelización de los azúcares) que por cierto, hubo que "destruir" el lote concienzudamente a base de pan y paleta de untar de lo malísimo que quedó.
Unas semanas después encontré una ofertísima en la que el aparato comercial estaba incluso más barato de lo que me costó a mi hacer el Frankenstein, así que mi criatura se fue a la repisa de logros conseguidos y compré el comercial, menos aparatoso (es más o menos del tamaño de una batidora de brazo)
Aunque parece complicado y aparatoso y que sólo lo puede montar un ingeniero aeroespacial, no es para tanto.

Básicamente es un termostato y una fuente de alimentación, el termostato mide la temperatura del agua y corta o abre la alimentación del calentador (la arrocera) y la fuente de alimentación es simplemente para alimentar un agitador o una bomba que trabajan a 12V
Ahora viene el motivo por el que me vais a tirar piedras...
Como lo tengo muerto de risa, había pensado en darle un uso y se me ha ocurrido que se podría usar para hacer, por ejemplo, jabones de proceso en caliente, ya que se puede regular la temperatura con una precisión de 0.1ºC con la única exigencia de que habría que introducir la mezcla ya trazada en un recipiente estanco que luego iría sumergido en el agua caliente.
Como tengo jabones como para hacer literalmente un muro, pues de momento no lo he puesto a prueba, pero se me ocurre por ejemplo, que podría usarlo para hacer el jabón de afeitar y directamente meter la mezcla saponificada en los tarros donde iría luego llenándolos hasta que no quepa ni un gramo más cerrarlos y p'adentro.
¿Me pongo el casco o me perdonáis la herejía?