La verdad es que no ha podido ser más fácil. ¿El truco?: un mortero.
-20 g sodium cocosulfate (SCS)
-20 g sodium cocoyl isethionate (SCI)
-5,2 g agua pura
-4 g rhassoul
-4 g sal
-3 g ortiga (dos sobres de infusión)
-12 gtt de cada de aaee de limón, romero y menta
-5 gtt de ae de canela de China (hará de conservante)
Y aquí tenéis a mi chiquitín metido en el molde

que como veis es una cuchara medidora de Ikea




Es simple de hacer: he ido pesando los ingredientes de uno en uno y echándolos al mortero mientas iba aplastando y reduciendo a polvo, empezando por el SCS, luego el SCI, y así sucesivamente, hasta tener todos los ingredientes sólidos mezcladitos en el mortero. Luego he echado el agua y he removido con una cuchara para integrarla bien bien, y después, cuando todo está mezclado, lo he metido en el molde aplastando mucho para que quedara compacto. Lo tengo en el congelador un rato, eso ayuda a desmoldar, y ahora tiene que estar un par de días perdiendo un poco de humedad.
Huele que te mueres con ese puntín de canela que adoro.
Aún no lo he probado porque me acabo de lavar el pelo con el último trocito de jabón que me quedaba, así que lo probaré en unos días y ya os contaré, pero vamos, os puedo decir que hace espuma, lo he comprobado cuando fregaba el mortero y la cuchara, los restos hacen espuma divinamente
