Buenas! Dejo por aquí mi aporte desde el confinamiento pues covid positivo

Intenté tallar un árbol celta de la vida o Crann Bethadh. El resultado: feo pero con ganas

pero lo importante es participar

- Screenshot_2020-09-18-20-51-23-709_com.miui.gallery.jpg (19.98 KiB) Visto 4693 veces

- IMG_20200918_204118.jpg (53.15 KiB) Visto 4693 veces
Para elaborarlo según las reglas hice un jabón 100% de grasa de pollo, el cual me ha sorprendido en varios aspectos:
*La grasa de pollo una vez procesada no queda como una grasa sino como un aspecto de aceite/gel
*Sacando los valores de enranciado, da todos los valores en verde! Sorprendente para ser un jabón de un sólo aceite
*Hace una espuma generosa y deja la piel pipí cucú
*Sorprendentemente, no huele a pollo
Sobre el símbolo:
Para los celtas, el árbol de la vida era la representación de la interconexión existente entre el mundo y todo lo que en él habita: cada ser humano, cada planta, cada animal, cada brizna de aire y cada gota de lluvia están conectados por los hilos invisibles del Crann Bethadh. Veían en él algo sagrado y superior a ellos, cercano a los dioses, y ha sido venerado por esta cultura tanto por servirles como sustento y protección en su vida diaria como por el aspecto simbólico que se creó en torno a él, la vida en completa evolución y en una ascensión permanente hasta el cielo y, al mismo tiempo, en conexión con las profundidades subterráneas.
Su significado e importancia resultaba de un valor incalculable, pues era la viva representación del eje central del mundo, a través del cual existía una comunicación con los tres niveles del cosmos:
El subterráneo o inframundo mediante sus raíces, que no dejaban de hurgar en las más inhóspitas profundidades de la tierra, hacia el mundo de los muertos.
La superficie de la tierra, que simboliza el plano terrenal y está representado por el tronco, cohabitando con nosotros en nuestro mundo, aquel que habitamos.
El cielo, el plano divino y espiritual, que se encuentra representado por sus ramas y hojas, que parecen ser al mismo tiempo sustento y camino hacia el firmamento y la divinidad.