En el caso de Lurala la receta tenía una cantidad tan ínfima de sosa que resultó un desastre incluso a primera vista. Pero y si hubiera sido al revés?... si hubiera llevado un sobreengrasado negativo bestial, esta chica ni se habría dado cuenta. El jabón habría endurecido y aparentemente todo habría salido bien. Después vendría el despelleje en vivo y en directo en la ducha y la pobrecilla se quedaría con la idea de que los jabones son lo peor de lo peor.
Moraleja: hay que ser críticos con todo lo que se lee en internet. Hay muchas mentiras y muchas falsedades a todos los niveles.
Y bueno, en este caso, Lurala, debería de sentirse afortunada por el final de su aventura jabonera: tan sólo ha perdido unos eurillos de material (si es que no es capaz de recuperarlo), pero ha salvado su piel, que eso no tiene precio...