Respecto a este tema, hay defensores de la gelificación y otros que prefieren no abrigar los jabones... sobre gustos, colores.
Con los dos primeros jabones que hice, seguí la recomendación de taparlos bien, los cuidé como a bebés, no los destapé por curiosidad ni nada, aunque me moría de ganas de destaparlos y, sin embargo, me quedaron con unos halos más claros que otros, que al estar curados han quedado bonitos y todo
Los siguientes, por aquello de experimentar, los metí en el horno a unos 50º y me quedaron con el color uniforme y sin rastro de gelificación parcial. Desde entonces, los míos van de cabeza al horno, menos los que llevan leche en vez de agua y miel... y no os diré por qué...
Eso sí, el tema de la manta eléctrica tengo que probarlo.