Hace tiempo que no escribo. Espero que estéis muy bien y hayáis disfrutado muchísimo las vacaciones y para los que no hayan tenido, ojalá y el verano haya sido fantástico.

Yo estas vacaciones he jaboneado muchíiiiiisimo, han sido unas vacaciones jaboneras totales y las he disfrutado a tope con mis nuevos "hijos".
He practicado técnicas, colores, aromas, etc. Ya os iré poniendo cositas que he hecho.
Pero, al tema...
¿Qué pasa cuando inviertes el valor del agua con el de la sosa?..., pues ¡desastre total!
Hice un jabón de castilla para la ropa de casa, que lo dejo en el pueblo curando durante todo el año. Lo he hecho muchísimas veces y lo hago con un -15% de SE y un 40% de concentración.
Me disponía a hacerlo cuando mis ojos me jugaron la mala pasada de cambiar de línea, tanto en el agua como en la sosa.
A las 4 horas, me disponía a cortarlo, porque si no no hay hacha que pueda partirlo y mi sorpresa es que había roto el film transparente y había crecido cual bizcocho, pegándose incluso a las mantas donde lo tenía abrigado.
El jabón ardía, evidentemente porque estaba en pleno proceso, así que lo cogí con esta cara

No daba crédito, no entendía qué había pasado, cuando vi que la parte de abajo habían motas blancas que me dejaron claro que era sosa. Como veréis en la foto, hasta se había elevado del molde.
Sé que podía haberlo arreglado volviendo a fundirlo y añadiendo más aceites para equilibrar la fórmula, pero ya estaba cansada y de la mala leche que se me puso, lo tiré directamente a la basura. Eso sí, a los 5 minutos ya estaba haciendo el nuevo.
Nada más que 4 kilos de jabón.



Ya veis, una historieta más para la tienda de los horrores.
Os adjunto las fotos que tomé con el móvil.
