Mañana hace dos meses que me operaron de una rotura del tendón de aquiles, no os preocupéis, suena más aparatoso de lo que es realmente, aunque no deja de ser una puñeta que me tiene en dique seco y me tendrá en él hasta (calculo) mediados de Octubre o principios de Noviembre.
Antes de la consulta propiamente dicha os voy a contar un poco lo que me pasó, más que nada para que os echéis unas risas conmigo, que no a mi costa

Si lo preferís, pasad directamente al final para leer por lo que pregunto.
El caso es que fui víctima de alguno de los pocos "dinosaurios" que aún quedan en el mundo de la medicina, y cuando digo dinosaurios, digo gente que es de la vieja escuela y que sigue aplicando procedimientos antiguos con materiales modernos, y claro, pasa lo que pasa...
La lesión me la hice el 19 de Junio, en urgencias me pusieron muy diligentemente una férula de escayola, hasta aquí todo bien, pero pensé que iba a aguantar el verano con escayola Rita la cantaora, así que ni corto ni perezoso llamé a una ortopedia y pregunté por el precio de una órtesis de pierna para la lesión (vamos, un walker o bota, como prefiráis llamarla, la típica férula con forma de bota robótica que se ve en muchas películas americanas) el precio me pareció razonable para lo que me ofrecía (calidad de vida y comodidad) así que cogí un taxi y fui a por ella, volví a casa, y después de leer detenidamente el manual agarré las tijeras y me quité la maldita férula que ya estaba empezando a picarme a horrores y me puse el walker, todo bien hasta el día de la operación, que fue una semana después.
Como la clínica que me corresponde por la mutua tenía los quirófanos en obras, me derivaron a otra clínica algo más antigua, pero antigua en todos los aspectos, desde el edificio hasta el personal.
La primera en la frente, me pongo el pijama y entra la auxiliar, que perfectamente podría haber sido la hermana mayor de mi madre, con un carrito y mi historia bajo el brazo, la lee y me pregunta:
"Operación del tendón de aquiles ¿Verdad?"
"Sí"
Coge todo el instrumental del carrito y me pregunta de nuevo poniendo la mano sobre mi pierna derecha "¿Es la pierna derecha?"
"No, es la pierna izquierda"
"Vale" y empieza a meterme un paño por debajo de la pierna derecha, agarra la maquinilla y en cuanto va a empezar a rasurarme la pierna derecha le digo
"¡Que no, que ya se lo he dicho, es la pierna I-Z-Q-U-I-E-R-D-A!"
"¡Ah, no! tú me has dicho la derecha"
"Mire señora, no le conviene discutir con alguien con memoria eidética, le podría recitar palabra por palabra lo que hemos hablado y describir con los ojos cerrados todo el contenido del carrito que ha traido"
"Vale, vale..." me pasa el paño a la pierna izquierda y empieza a rasurarme desde mitad del muslo hacia abajo
"Que me van a operar el tendón de aquiles, señora, no me van a cortar la pierna"
"¿No era de rodilla?"
"¿Le importaría mirar otra vez mi historia?"
Coge de mal humor la historia, la abre con gesto despectivo, lee la ficha de la intervención y dice "¡Ah, pues sí! ¡Podías habérmelo dicho antes!"
En ese momento yo ya temblaba blanco como la cera y con sudores fríos, madre del amor hermoso... si ya empezamos así... le pedí a mi madre un rotulador y me escribí en la pantorrilla izquierda "ES ÉSTA, TENDÓN DE AQUILES, NO RODILLA, NO PIERNA DERECHA" Como se suele decir, fíate de la virgen y no corras...
Me pasan a la zona de quirófanos con cama y todo, sinceramente, la muchacha que me llevaba necesitaba alguna que otra práctica de conducción, NO DEJÓ UNA MALDITA ESQUINA NI PUERTA SANA EN TODO EL CAMINO, lógico y normal que luego pasase lo que pasó, pero eso lo dejo para más adelante...
Me ayudan a pasar a la camilla quirúrgica, viene el cirujano a verme y cuando ve la pintada de mi pierna me dice "Creo que ya has conocido a fulanita..." y echa una risita, se va a prepararse para la operación, viene el camell... estooooooo... el anestesista, y me dice que me van a operar con epidural, así que tengo que tumbarme de lado y doblar la espalda, pinchazo y empiezo a notar que se me duermen las piernas, aprovechan los últimos retazos de control que tengo sobre la parte inferior de mi cuerpo para ayudarme a ponerme en posición para la operación y entramos al ruedo.
La verdad es que no sabía que con la epidural te puedes llegar a relajar hasta el extremo de quedarte dormido, pero a mi me pasó, y me dormí tan profundamente que me despertaron tres veces porque el cirujano se desconcentraba con mis ronquidos



Cuando se me empiezan a pasar los efectos de la anestesia, noto una sensación de picor en la pantorrilla, pero no le doy más importancia, total, me han puesto escayola otra vez, así que serán los picores típicos.
Cuando quiero incorporarme un poco para estar más cómodo ¡Sorpresa! la cama no funciona, miro el mando, tiene la lucecita encendida, vale, está enchufada, sigo el cable y veo la caja de conexión, el conector del mando está literalmente arrancado casi de cuajo, y le falta un trozo de la carcasa, que creo que se quedó clavado en alguna esquina durante uno de los dos viajes



Llamo a la enfermera y se lo explico y me dice que sin problemas, que ahora mismo llama a mantenimiento y la miran.
Después de un ratillo llega el técnico de mantenimiento, le explico el problema y me dice que eso se arregla en un periquete (todavía no se ha metido debajo de la cama el angelito y no ha visto el percal...) se tumba en el suelo, se mete bajo la cama y le oigo decir por lo bajini "¡Megaconrós...!"

Dicho y hecho, me cambian la cama y se llevan a la "víctima" de la kamikaze me da tiempo a echar un vistazo y compruebo que la pintura de los laterales está llena de desconchones recientes, por si acaso, levanto la sábana y compruebo que la escayola está en la pierna correcta, veo que está en la izquierda y respiro aliviado, a todo esto, todavía era incapaz de mover las piernas.
Bueno, pasa el resto del día, pasa la noche, y por la mañana viene el cirujano con el informe de alta hospitalaria, habla un rato conmigo, me da las recetas para la medicación y hale, hasta luego.
Llego a casa y el picor es cada vez más molesto, como es en la parte superior de la pantorrilla, en vez de meter una aguja de punto, meto el dedo para intentar rascarme y noto humedad un poco "viscosa" automáticamente cojo las tijeras y a tomar viento la escayola, en cuanto me la quito veo una quemadura de segundo grado con la ampolla reventada del tamaño de medio billete de 5€ me hago una primera cura así de prisa y corriendo, me pongo el walker, llamo a un taxi y voy a la clínica (la primera, la que tenía los quirófanos en obras que me derivó a "territorio comanche" para la operación) pido vez en urgencias y cuando me toca el turno, le explico al médico lo ocurrido, levanta la cura y se echa las manos a la cabeza, me manda a la sala de curas para que me hagan una cura y me dice que ha sido por la escayola, que al fraguar se calienta mucho y que no han debido de poner suficiente acolchado entre la pierna y el yeso y el calor me ha quemado, que tendrán que hacerme las curas a la vez que las de la incisión de la operación, que es normal que no me haya dado cuenta antes, que como me han operado con epidural que cuando he empezado a recuperar la sensibilidad en las piernas la quemadura ya estaba hecha y bien hecha, y que como en las horas siguientes a la operación te meten un analgésico en la vía, pues que no notaba nada.
La odisea de la quemadura es que llevo dos meses haciendo las curas, al principio no avanzaba nada la cosa, se me infectó, tuvieron que desbridarla DOS VECES (La camilla de la sala de curas no creo que vuelva a funcionar correctamente después de los dos achuchones que le pegué al cabezal) al final, hace dos semanas a uno de los enfermeros se le apareció la virgen y decidió sacar la artillería pesada, empezó a ponerme sobre la quemadura unos apósitos que contienen una solución de plata, el antibiótico más potente y antiguo conocido por el hombre, y la cosa ya va avanzando y está casi cerrada, lo malo es que en algún momento, supongo que en una ducha, porque me aconsejaron lavarla con agua y jabón frotando con una gasa, la incisión se contaminó y se infectó también en un pequeño punto y también me la están tratando con plata y ya está también empezando a cerrar correctamente también.
Uno de los enfermeros me dijo las cosas claras, las vendas con escayola antiguamente se hacían con agua caliente, pero ahora, los fabricantes añaden aditivos para que el fraguado sea más rápido y por consiguiente se calientan muchísimo más, por lo que ahora hay que hacerlas con agua fría tirando a helada, pero que todavía hay gente de la vieja escuela que usa agua caliente y que está seguro que por dónde me operaron que hay un 99% de probabilidades de que me hayan hecho eso, ponerme la escayola con agua caliente y por eso me quemaron.
Ahora viene la consulta.
Como ambas heridas han estado abiertas mucho tiempo, la cicatriz que se adivina que me va a quedar en ambos casos es enorme y con mal aspecto y querría reducirlas todo lo que se pueda, más que nada por estética.
¿Qué me recomendáis? He visto que mucha gente se aplica aceite de rosa mosqueta, aloe vera y manteca de karité.
Aceite de rosa mosqueta tengo, manteca de karité también y aloe vera tengo como unos 20Kg congelados en "filetes" al vacío ya que la planta que teníamos en casa acabó tronchando por el peso (casi 30K de planta) porque ya tenía sus añitos, creo recordar que unos 20.
¿Lo mezclo todo en una crema? ¿Voy probando uno por uno?