De esta manera he recuperado varios kilos de jabón que hubieran ido a la basura. El resultado me ha gustado mucho.
De momento el jabón estaba muy blando pero a los quince días ya había evaporado todo el agua sobrante y han quedado duros, duros, tanto que no manchan ni la jabonera, lo cual con esta agua tan dura que tenemos por aquí es una alegría.
Tenéis todas las explicaciones aquí en mendrulandia.
Así que de esta forma se le da una vida nueva a esos jabones que por diversos motivos ya se habían desechado.
Al que ha quedado con ese tono palo de rosa le puse palmarosa de olor y al marroncito naranja y canela que le pega mucho


Un beso muy grande para todos

