Esto es lo que ha quedado aprovechable, de una tanda de jabón que pretendía ser azul noche con unas incrustaciones de jabón de nacar de glicerina que yo me las prometía precioso, pero el azul noche se convirtió en gris tormenta

y las incrustaciones tomaron vida propia y se fueron por donde quisieron

, en resumidas cuentas, acabaron en la bolsa de reciclaje, que la pobre está ya llena

. Eso sí el jabón huele fenomenal a gardenias y después de varios días viéndolo ya hasta le he cogido cariño

el pobre es como un hijo feo que también se le quiere, jajajaja.