Hacer jabones de glicerina
El proceso de fundir y verter es el método más sencillo de elaboración del jabón y no por ello simple. Las combinaciones, formas, olores y colores son ilimitados, dejando en manos de la imaginación de cada cual infinitas posibilidades.
Se llaman jabones de glicerina porque, sobre todo originalmente, se les añadía en la fabricación glicerina líquida para impedir que el jabón cristalice, y esto les da el aspecto transparente. También existen bases de glicerina bases opacas.
Materiales necesarios para la elaboración de jabones de glicerina
Para realizar los nuestros, partimos de una base de glicerina de la que ya hablaremos más adelante y que se puede comprar en establecimientos especializados en cosmética o en manualidades. Se necesita para su realización algún colorante (líquido e hidrosoluble), un poco de alcohol en un pulverizador, alguna fragancia aromática y un molde.
Los moldes más cómodos son los de silicona pero no son imprescindibles. De hecho, los jabones de glicerina son lo que mejor se desmoldan con diferencia. Moldes de reciclaje o de los de plástico, que venden específicos para ello, también son ideales.
Haciendo el jabón de glicerina
La cosa es que se coge la barra de glicerina y se corta en cubitos. Cuanto más pequeños mejor porque así se funden antes. Se puede hacer al baño maría o al microondas. Si lo hacemos al baño maría hay que remover lentamente para que se vaya fundiendo homogéneamente. Si se hace en el micro hay que tener cuidado de que no hierva porque produciría espuma que luego tenemos que eliminar. Es para eso el pulverizador con alcohol que puede estar rebajado al 70% con agua destilada. Es decir, que si sale espuma en la superficie, podemos pulverizar alcohol sobre ella lo que hará que desaparezca. Es muy importante que esto no se haga sobre el fuego (llama) puesto que el alcohol pulverizado puede salir ardiendo.
Cuando la mezcla es fluida y homogénea, resulta bastante líquida, se puede agregar primero el color y después el aroma. Este último en una proporción del 2% al 3% del peso total de la base de glicerina. Así para un jabón de 100 gr harán falta 2 ó 3 gr de aceites esenciales.
De colorante solo serán precisas unas gotas. Una vez que todo esté uniformemente mezclado se puede verter en el molde. Si se pulveriza el molde previamente con un poco de alcohol, se evita que se produzcan pequeñas burbujitas en la superficie del jabón.
Una vez en el molde, también es conveniente pulverizar con un poco de alcohol en la superficie para evitar pompitas. Si es posible, está bien cubrirlos. La base de glicerina endurece rápidamente al enfriarse. Mejor que se enfríe a temperatura ambiente porque tengo la idea de que al hacerlo en el frigorífico queda menos transparente.
Una vez desmoldado, es conveniente envolverlo en film transparente para evitar que encoja y se estropee aunque hay bases de glicerina que no lo necesitan.