Señor jabonero consorte: ¡Ah, no!. !Eso no!. ¿Qué algún día dejarás de escribr tus hilarantes crónicas? ¿Nos metes el gusanillo y ya amagas con dejarnos? Vamos, que revolvemos Mendrulandia hasta dar contigo y físicamente aparecemos las jaboneras (armadas con los útiles de jabonear, que es más menos lo mismo que "DE MATAR") y hacemos un desaguisado. ¿Nos vuelves adictas -que ya sabes lo propensas que somos a la adicción, que aquí todas estamos enganchadas al jaboneo- y nos quitas el divertimento? Como diría José Mota a sus "hombres ilustres de la Historia" Cuidao...." Así que aquí pasamos del amor al odio muy rápido. Replantéate esa actituda tanto de palabra y obra, como de omisión, que ya nos tuvimos que aguantar las vacaciones sin tus crónicas.
Ahora toca rellenar la Jabonpedia y seguro que por el camino se te ocurren mil cosas más.
Y es que como en la canción "No puedo vivir sin tí, no hay manera..." pues nosotras no podemos vivir sin tus magníficas crónicas.
P.D.: Si lo que pretendes es que tu blog sea de pago (a lo mejor "el Braulio" te lo ha sugerido, que él debe ser muy fino para los negocios) nos lo dices y verás que gusto, cuántos jabones te llegan de toda España y parte del extranjero que amenazarán con ahogarte por falta de espacio.
