Cogemos unos 30g de setas porcini secas y las dejamos hidratarse en caldo de verduras (puede ser caldo de pastilla, sin problemas, aunque mi costillo prefiere el de verdad). Dejarlas hidratarse en un cuenco durante una media hora, y dejarlas allí reposando para que la arenilla que puedan tener se quede en el fondo.
Ponemos a calentar una sartén y ponemos como unas 8 lonchas de panceta finitas cortadas en tiritas. Añadimos el arroz (unos 150g más o menos, aunque él los pone a puñados), una nuez de mantequilla y medio vaso de vino dulce (nosotros usamos moscatel, que nos gusta mucho), y dar vueltas y vueltas hasta que el alcohol se evapore.
Con una cuchara de madera vamos dando vueltas, y vueltas, y vueltas, y vamos añadiendo el caldo de las setas poco a poco mientras lo vamos incorporando, pero no hay que parar de remover, al darle tantas vueltas al arroz éste va soltando toda la fécula y se espesa.
Cuando el arroz está prácticamente hecho, se añaden las setas.
En otra sartén, dorar un puñado de piñones y añadirlos justo al final. Reservar unos pocos para decorar.
Servir con un poco de parmesano rallado por encima, unos piñones y un poco de aceite de oliva.
Et voilà:

Es mi plato favorito
